LUZ QUE LIMPIA Y PROTEGE

Los sistemas con luz ultravioleta tipo C se expanden en hospitales y espacios públicos como apoyo a la limpieza tradicional.

La adopción de sistemas de desinfección con luz UV-C se está consolidando en ambientes sanitarios y públicos ante la necesidad de métodos no químicos que complementen la limpieza convencional. De acuerdo con un informe publicado por 360 Research Reports, el mercado global de productos de desinfección con esta tecnología alcanzó cerca de US$ 4.739 millones, en 2023, y se proyecta que llegará a 11.610 millones hacia 2030, impulsado por una tasa anual de crecimiento del 13,6%.
Este avance se explica, según el mismo informe, por la diversificación de aplicaciones y usuarios: durante 2024, los hospitales representaron alrededor del 45% de las unidades instaladas, mientras que los equipos destinados a la desinfección de superficies concentraron cerca del 60% de la oferta mundial y los sistemas de purificación de aire el 25%.
En paralelo, un estudio de Industry Research señaló que la expansión de la desinfección por luz UV-C también se extiende a espacios de alta circulación como salas de espera, oficinas, transporte público y centros educativos. En 2024, comenzó a observarse un aumento en la integración de sensores automáticos y plataformas de monitoreo remoto que optimizan el funcionamiento de los equipos y su control operativo.
Sin embargo, la misma fuente advierte que la implementación de estos sistemas enfrenta desafíos en materia de certificación y normativa: cerca del 48 % de los fabricantes presenta demoras en la obtención de avales técnicos debido a la falta de estándares nacionales unificados. Esta situación plantea la necesidad de marcos regulatorios más claros y de capacitación adecuada para el manejo seguro de la radiación UV-C.
En este contexto, la limpieza profesional amplía sus límites tradicionales y adopta herramientas tecnológicas que complementan la labor humana.