A pulir, sin problemas

Las pulidoras de pisos industriales merecen su reputación de ser difícil de manejar, pesadas y complicadas, ya que hasta los expertos coinciden en que puede tomar un tiempo dominarlas.   La pulidora industrial de fuerza promedio funciona a una velocidad de 1.500 revoluciones por minuto o más, y alcanza la velocidad máxima en segundos de ser encendida. Además, la tendencia natural del ser humano es oponer a una fuerza súbita, igual o mayor fuerza, lo que, en este caso, será un error con todos los ingredientes para convertirse en un accidente. A pesar de todo esto, las pulidoras de pisos industriales son incomparables en su capacidad para dar un brillo de espejo a los pisos de superficie dura, lo que hace que valga la pena aprender a operar una de estas máquinas con habilidad y confianza, ya que un toque suave y ligero hará la diferencia entre el éxito y una lesión. Se comienza colocando la pulidora, desenchufada, cerca de una toma eléctrica en el rincón más alejado de la habitación y se utiliza una aspiradora para aspirar toda la superficie del suelo a fondo, ya que los residuos que queden podrán hacer que sea más difícil manejarla. Se deberán usar los guantes de trabajo, para tener mayor control sobre las palancas de la máquina; además habrá que ajustarse el cinturón de trabajo y colocar la botella de spray con la cera para pisos en uno de los bucles. Luego de eso, se enchufará la pulidora en el tomacorriente y, sujetando bien las manijas, se enciende la máquina, controlando cualquier movimiento brusco, manteniendo las manijas a la altura de la cintura. Levantar las manos mueve la pulidora hacia la derecha y bajarlas la mueve a la izquierda, con pequeños movimientos. Tras colocar la cera para pisos sobre el suelo en dos o tres puntos hacia adelante, se harán pequeños movimientos de barrido, de lado a lado, mientras rueda sobre la cera en el suelo. Se avanzará unos pasos a la vez, añadiendo más cera, hasta que todo el piso haya tomado un brillo profundo.   30/07/2015 – ep