Lectores con manos limpias

El servicio de limpieza de una librería o biblioteca es fundamental para la conservación de libros y materiales de archivo. Los libros suelen conservar sabiduría, pero también son elementos que atraen el polvo con facilidad. A fin de que el desocupado lector, estudiante o profesional manipulen el objeto de la forma más higiénica posible, es necesario seguir una serie de normas básicas de limpieza. El servicio de limpieza de una librería o de una biblioteca es esencial para mantener y preservar las hojas. Cuantas más antiguas sean, más cuidados deberán tener. El papel envejece naturalmente con el tiempo, pero el polvo, la grasa y los insectos se comen los materiales, destruyendo partes de los libros. El exceso de polvo, la actividad de insectos y el moho exacerban alergias aerotransportadas. El término “limpieza” se refiere a diversos métodos de conservación. El más simple de ellos es la limpieza de la superficie o “limpieza en seco”, la cual se hace con un cepillo suave. En el mercado se encuentran disponibles varios tipos diferentes y marcas comerciales de borradores. Estos varían en composición y se venden en forma granulada o sólidos. La mayoría de los gránulos son  potencialmente nocivos para el papel si no se eliminan correctamente después de realizada la limpieza. Algunos tienen la desventaja adicional de ser demasiado abrasivos.   Prevenciones Los procedimientos más complejos requieren del uso de productos químicos. Los dos tipos principales son agentes blanqueadores y solventes orgánicos. Estos métodos, especialmente el blanqueo, son los más adecuados cuando la apariencia del objeto es muy importante. Cualquier principiante puede realizar la limpieza superficial o en seco sin problema alguno. En la biblioteca, el servicio de limpieza, tanto en la prevención y conservación, es tan vital para mantener los contaminantes fuera de la zona donde se guardan los libros. Un programa de limpieza debe ser establecido y seguido. Se recomienda pasar un trapo húmedo en superficies y suelos cada 48 horas. Una herramienta de gran utilidad es la aspiradora. El mostrador, mesas y sillas deben limpiarse también todos los días también. Una sugerencia a tener en cuenta es limpiar cada libro en la parte superior, cepillar a lo largo de la columna vertebral y luego el resto. El libro debe mantenerse cerrado para que el polvo no entre las páginas. Trabaja de arriba hacia abajo, un estante a la vez, y luego devuelve los libros a la estantería en orden antes de pasar a la siguiente plataforma.