Mobiliarios bien limpios

La correcta limpieza de los muebles de oficina implica saber cómo tratar cada uno de los materiales. Existen diversos métodos de limpieza de superficies, que tienen como objetivo el mantenimiento y conservación de las mismas. Según el tipo y el estado de la superficie, se deben llevar a cabo determinados métodos y con la frecuencia que les corresponda. Las operaciones de limpieza más frecuentes son aquellas que se realizan diariamente y hay que distinguir las variadas técnicas que se pueden aplicar para concretar la más adecuada a cada superficie. En el mobiliario, eliminar la suciedad y el polvo es una tarea de gran importancia, entre otras razones, porque cuando nos encontramos con una superficie donde se ha depositado el polvo, da una impresión de suciedad. También hay que tener en cuenta que el polvo es transmisor y propagador de microorganismos y que es causa de alergias en algunas personas. No menos importante es saber que el polvo puede dificultar un buen funcionamiento de máquinas o instalaciones de precisión. En consecuencia, la limpieza de las superficies es una tarea de gran importancia, no sólo por estética, sino también, por razones de salud y de funcionamiento general. Para la eliminación del polvo se pueden utilizar aspiradoras, plumeros y gamuzas tratadas con soluciones limpiadoras. Siempre se debe encontrar la forma más idónea de trabajar ahorrando tiempo y esfuerzos innecesarios. En una oficina se pueden identificar diferentes tipos de mobiliario. Por ejemplo, muebles tapizados, que son un poco complicados de limpiar, ya que están recubiertos de una cobertura textil, cuero o piel sintética, que en muchas ocasiones absorben la suciedad. En sillas y sillones, si la cobertura del asiento, respaldo y apoyabrazos es de tela, se aspira diariamente utilizando una aspiradora. Periódicamente, se limpia con una solución de champú o con productos específicos para textiles, cuidando especialmente de no mojar en exceso el asiento o la parte recubierta, ya que la esponja que contiene en el interior puede expulsar suciedad al mojarse, manchando la tapicería exterior. Si el recubrimiento es de cuero hay que hidratarlo periódicamente. En el mercado existen diferentes emulsiones que proporcionan excelentes resultados, cuidando y alargando la vida del mueble. Si el tapizado se encuentra en paredes y murales es más difícil que se manche, pero no hay que olvidar que el polvo en suspensión contiene partículas de suciedad que con la humedad se adhieren a las paredes. En este caso, el proceso de limpieza es el mismo que para el resto del mobiliario tapizado. De forma periódica, también se debe realizar una limpieza mecanizada. Existen en el mercado máquinas específicas para este tipo de mobiliario y superficies, que utilizan el sistema de inyección-extracción o espuma seca. Mesas, estanterías y armarios La inmensa mayoría de objetos que se limpian en las oficinas se componen de melamina, un tablero aglomerado de partículas de madera recubierto por ambos lados con películas decorativas impregnadas con resinas melamínicas, que se caracteriza por ser una superficie totalmente cerrada, libre de poros, dura y resistente, que soporta el calor. Para la limpieza de estas superficies, la mejor técnica es utilizar simplemente agua y jabón. Una buena tela afelpada de microfibra humedecida en una solución con detergente neutro la deja perfecta. Para el mobiliario de chapa de madera o madera maciza, según los carpinteros y ebanistas, no es recomendable aplicar spray de ceras ni siliconas, ya que con esta técnica se engrasa la superficie y pierde la belleza natural que tiene. Como la mayoría está protegida con barnices y ceras, una tela humedecida en una solución neutra sería la mejor técnica para la limpieza. Cuando la chapa de madera o madera maciza está deteriorada es conveniente nutrirla e hidratarla. Los productos jabonosos específicos para madera contienen esos nutrientes que necesitan. No hay que olvidar que se trata de una superficie natural  que el paso del tiempo la puede deteriorar. Objetos varios Los objetos situados en los muebles o sobre las mesas se levantan del lugar donde se encuentren para limpiar la superficie donde estén situados. Hay que prestar especial atención a objetos decorativos que puedan estar en las oficinas o despachos, como cuadros, figuras, lámparas etc. Estos objetos, algunos de gran valor, hay que tratarlos con especial cuidado, siguiendo las instrucciones de los responsables inmediatos. Las papeleras se vacían de residuos, se limpian con una solución de detergente neutro, se cambia la bolsa y se coloca de nuevo en su sitio. NG-13 de agosto 2015