Pasando el cepillo

Muchas formas y usos tienen los cepillos y de ellas depende la clasificación que se le dará a este útil de limpieza. La clasificación según el uso se da nombrando la función específica del cepillo y puede hacerse aún más específica nombrando el objeto o superficie sobre la cual hará su función. Existe un número muy grande e indeterminado de clasificaciones Estos son algunos ejemplos de los tipos de cepillos que se encuentran en el mercado: cepillo de dientes, para el pelo, para inodoro o escobilla de baño, almohaza o cepillo para peinar y limpiar caballos, para lustrar calzado, para la ropa, para lavar mamaderas, para lavadora de verduras, de peluquero, de autolavado, para raspar pintura. Más allá de esa calificación, se pueden clasificar, por su forma. Los insertados planos, son los de uso más común al cual se le insertan mechones en un agujero y se sujetan por medio de una grapa que se clava en el fondo del agujero o un pedazo de solera o segmento de alambre plano llamado ancla o áncora, que se fija a las paredes del orificio. Estos son los cepillos más comunes como los de dientes, de pelo, de baño, etc. Además, se pueden usar en la industria no solo para limpiar, barrer o pulir, sino también para dar soporte o servir de barrera entre ambientes diferentes en cámaras de almacenaje o pintura.  Los cilíndricos son generalmente rotativos, que tiene las cerdas perpendiculares al eje de rotación, su diámetro es menor que el largo, y pueden tener un centro hueco, espigas o una combinación de ambos. El mejor ejemplo son los cepillos de los túneles de autolavado o los que se usan para lavado de vegetales. Los radiales  son el equivalente a una sección del cilíndrico, la única diferencia es que el diámetro es mayor que el largo o espesor. El ejemplo más común es el de los cepillos de alambre para esmeril.  Los circulares o rotativos tienen las cerdas paralelas al eje de rotación, y la base en la que las cerdas están fijas es perpendicular. Este cepillo es de los que se usan en las pulidoras de piso o manuales. Los escobillones se hacen torciendo dos o más alambres, con las cerdas en medio, dando una distribución en espiral o uniforme, resultando en una especie de cepillo cilíndrico regularmente pequeño. Pueden estar doblados para darles una forma determinada. El mejor ejemplo es el de lavado de mamaderas o los usados para aplicar productos cosméticos como el rímel.   01 de septiembre de 2016 – ep