El uso masivo de bolsas plásticas sigue siendo un desafío ambiental, pese a restricciones y nuevas regulaciones.
Cada año se consumen entre 500.000 millones y 1 billón de bolsas plásticas de un sólo uso a nivel mundial, según estimaciones publicadas por Zipdo y The Times (2024). Aunque algunos países avanzaron con prohibiciones o impuestos, el volumen total sigue siendo alto: en 2024 se usaron aproximadamente 45 millones de toneladas, una cifra apenas inferior al pico de 47 millones de toneladas registrado en 2021 (IndexBox).
El mercado de bolsas y sacos plásticos representa un valor estimado de entre 166 y 170 mil millones de dólares al año y se espera que continúe creciendo a una tasa de entre 0,5 % y 0,8 % anual hasta 2035, de acuerdo con el informe de IndexBox. La región Asia-Pacífico lidera el consumo, seguida por América del Norte y Europa Oriental. En términos per cápita, Vietnam (14 kg), Estados Unidos (11 kg) y Rusia (8,3 kg) figuran entre los mayores consumidores.
Pese a su corto ciclo de uso —menos de 12 minutos en promedio—, las bolsas plásticas pueden tardar entre 500 y 1.000 años en degradarse, según Trvst. Las tasas de reciclaje siguen siendo muy bajas. De acuerdo a datos de Zipdo, se estima que menos del 3 % de las bolsas utilizadas en países como Estados Unidos son recicladas.
La gestión profesional de residuos sólidos urbanos enfrenta así un reto persistente: aunque se implementan regulaciones locales y campañas de reducción —más de 160 países o regiones introdujeron algún tipo de restricción (Wikipedia, 2024)—, la escala del problema global obliga a repensar el uso de insumos descartables en todos los sectores, incluyendo la limpieza institucional e industrial.