Las nuevas tecnologías digitales permiten planificar la limpieza según uso comprobado y no por rutina.
El uso de sensores de ocupación y dispositivos conectados está ganando terreno en el sector de la limpieza profesional, impulsando modelos basados en información verificable. De acuerdo a la International Facility Management Association (IFMA), la gestión de instalaciones contemporánea incorpora tecnología para medir uso de espacios y así optimizar tareas de mantenimiento y limpieza en tiempo real.
Los sensores de ocupación se están convirtiendo en un recurso clave para ajustar la frecuencia de limpieza. Datos publicados por artículos de la industria señalan que medir el flujo de personas permite reorganizar las rutas de trabajo enfocándose en las áreas con mayor tránsito y reduciendo intervenciones innecesarias en zonas poco usadas.
De forma paralela, medidores instalados en dispensers y otros puntos críticos pueden monitorear los niveles de consumibles como jabón o papel, enviando alertas automáticas para reabastecimiento y evitando faltantes o excesos de stock. Este tipo de monitoreo contribuye a la eficiencia operativa y un control más preciso del uso de insumos.
El software de gestión integra todos estos datos en plataformas unificadas. De acuerdo a la IFMA, estas soluciones permiten generar reportes de trazabilidad del servicio, facilitar auditorías internas y monitorear el cumplimiento de tareas en tiempo real, lo que mejora la calidad del servicio y reduce costos operativos.
Para las empresas de limpieza profesional, adoptar tecnologías basadas en datos representa un cambio significativo de planificación fija a planificación inteligente. Datos publicados por asociaciones de facility management muestran que organizaciones que incorporan sensores y software logran mejoras en eficiencia, control de stock y niveles de servicio, alineándose con tendencias actuales de calidad y gestión avanzada.
