AGUAS LIMPIAS

Mantener el agua de las piletas es una tarea que requiere ciertos cuidados, sobre todo con las de tamaños más importantes.

Las piscinas son importantes a la hora de diversión y relax cuando el calor azota, pero no se cuidan ni se mantienen solas, existen procesos de limpieza para mantener el agua los más pura posible.
Hay métodos manuales y automáticos. El automático integra el equipo de la pileta e implica un sistema de filtrado de agua para retirar las hojas y las suciedades.
El limpiador automático mejora la eficacia de los productos que se encargan del tratamiento del agua, debido a que la mantiene constantemente en movimiento, comportándose de forma muy similar a un sumidero móvil. Este proceso permite evitar las zonas de aguas muertas que sean imposibles de eliminarse a través del sumidero y los skimmers.
La limpieza de piscinas no se limita sólo a elementos automáticos que filtren hojas o toxinas, sino también al tratamiento químico. Los fenómenos de contaminación han sido eliminados por tratamientos que hoy se encuentran disponibles en el mercado.
De todas formas hay que considerar ciertos factores externos que influyen en la limpieza de piscinas, el sol es uno de ellos, cuando la temperatura oscila entre los 20-25°C más trabajará el agua y más se desestabilizará el PH, también actúa en la producción de algas y la degradación de los productos y las tormentas ocasionan que el agua se enturbie y evolucione de forma negativa.
Todos estos problemas cuentan con más de una solución para realizar de forma eficaz la limpieza de piscina: filtrado y más filtrado durante un largo tiempo, agua con protección preventiva (antialgas, equilibrio de PH, etc), aportación suficiente de agua nueva para así evitar las aguas cargadas de cal de índole artificial, etc.
Es importante controlar la higiene de la piscina y comprobar que el agua tiene la calidad adecuada para el baño. Cada día, es importante retirar los restos de hojas o demás residuos que pueda haber tanto en la superficie como en el cesto de la bomba. Además, diariamente hay que añadir el cloro, de manera que el ph del agua esté entre el 7,2 y el 7,6%.

28 de diciembre de 2017 – ep