DE LA COCINA, EL ACEITE

La gestión de residuos de cocina puede tener diversos aspectos a tener en cuenta, para evitar complicaciones ulteriores.

 

Es esencial capacitar al personal en prácticas adecuadas, incluyendo la manipulación y almacenamiento.

El aceite usado es un residuo altamente contaminante para los ecosistemas acuáticos, ya que un solo litro vertido por el desagüe puede contaminar hasta 1.000 litros de agua; además, solidifica en las tuberías, causando obstrucciones y aumentando los costos de mantenimiento de las redes de saneamiento de aguas residuales y aumenta el gasto de tratamiento en las plantas depuradoras.
Una tercera razón para separar y gestionar correctamente el aceite de cocina usado es que existen vías de valorización de este residuo, que puede ser reciclado para obtener, por ejemplo, biodiesel.
Como en muchos otros aspectos de la correcta gestión de residuos generados en cocinas comerciales, es esencial capacitar al personal en prácticas adecuadas, incluyendo la manipulación y almacenamiento del aceite usado.

 

Gestión del aceite de cocina usado
El aceite de cocina usado debe recogerse en envases específicos, resistentes y herméticos, evitando su mezcla con otros residuos. Los contenedores para almacenar el aceite usado deben cumplir con características que garanticen la seguridad, higiene y facilidad en la recogida.
Los envases pueden ser de plástico de alta densidad, resistente a grasas, ácidos y a la degradación por el aceite, o de acero galvanizado o inoxidable para instalaciones de gran volumen.
Los contenedores con boca ancha o embudo te facilitan el vertido sin salpicaduras, la tapa hermética o roscada impide fugas y evita malos olores, en modelos grandes un grifo o válvula de vaciado opcional facilita el trasvase, en contenedores de más de 60 litros, disponer de ruedas facilita la movilidad.
Las vasijas deben almacenarse en una ubicación segura, en un área específica y alejada de zonas de tráfico intenso o de fuentes de calor, para reducir el riesgo de accidentes y minimizar la posibilidad de contaminación del suelo o el agua en caso de derrames.
Por último, se deberían rotular claramente e inspecciona periódicamente los recipientes para detectar signos de corrosión, fugas o cualquier otro problema, y reemplázalos rápidamente siempre que sea necesario.