EL DESAFÍO DE LAS COCINAS

Todos los espacios del lugar donde se preparan los alimentos deben recibir un tratamiento acorde con sus características.

La limpieza de las cocinas industriales o comerciales implica una serie de pasos que no pueden ser dejados de lado y, no por simples, requieren ser tenidos en cuenta cada vez que se encara esa operación en un restaurante o bufet de alguna institución.
Ollas, sartenes y carros pueden ser lavados mientras que los armarios deben limpiarse por dentro y por fuera cuidadosamente. Por supuesto, cajones y otros compartimentos no deben ser dejados de lado. Un buen paño de microfibra es esencial para estas actividades.
El segundo paso a seguir es limpiar las campanas de aspiración, las rejillas de las hornallas y las chimeneas. Estos espacios deben esterilizarse con frecuencia y esta actividad puede ser llevada a cabo con paños o productos de limpieza neutros o con un generador de vapor, mucho más eficaces ya que usan la fuerza y la eficacia del vapor para esterilizar y desinfectar a fondo.
El uso de vapor desinfecta también las mesadas donde se manipulan los alimentos, incluso las de acero, porque llega a todas las partes visibles. Las piletas y canillas también se pueden tratar con vapor, obteniendo excelentes resultados.
La limpieza de heladeras y hornos profesionales comienza desde la parte interior y las juntas. Estas últimas deben lavarse con agua y jabón neutro, bicarbonato de sodio y paños de microfibra. Es importante aspirar el polvo de la parte posterior de los electrodomésticos.
Limpiar la cocina de un restaurante o bufet de una institución significa no dejar nada al azar, ni siquiera las paredes.
El paso más delicado es la limpieza de los suelos. Si los espacios son pequeños, los bastidores pueden ser una herramienta fácil de usar. Si los espacios son más amplios, el uso de una fregadora permitirá resultados extraordinarios incluso con las juntas de las baldosas, donde suelen proliferar las bacterias.

01 de marzo de 2018 – agp/ep