Fachadas limpias, ciudad feliz

Los edificios están sujetos al deterioro de diferentes factores como la polución, la suciedad o las palomas. Sugerencias para un correcto mantenimiento.  Líquenes, algas y musgos son los responsables de que muchos edificios presenten una fachada sucia y llena de manchas negras o verdes. Para evitar que los descuidos provoquen daños a la estructura edilicia, siempre se recomienda un evaluación completa por autoridades competentes y especialistas. Los pasos a seguir constan de una inspección, un diagnóstico, un pronóstico, la reparación y limpieza final. Para eso se sugiere establecer también un plan de mantenimiento. La prevención es fundamental. Para hacer el lavado debido, el hidrolavado es el método que cuenta con más crédito. En las fachadas, los vegetales se concentran en las oquedades y fisuras y el ingreso del liquen genera ácidos que deterioran aún más esas imperfecciones. El hidrolavado deja una superficie más rugosa que acelera el proceso de reaparición, de ahí la importancia de aplicar un biocida. Por ejemplo, en la Catedral de La Plata se aplicó biocida (solución de cloro al 40%) y luego hidrorrepelente sobre el ladrillo de la fachada, y se dejó otro sector sin protección. La diferencia de ambos sectores a los dos años era notable. El hidrorrepelente se aplica a los tres días del hidrolavado, hasta la saturación. Se pueden usar pistolas de aire caliente para secar. Para tratar helechos también se usa un biocida, por ejemplo agua oxigenada, evitando la poda y la extracción mecánica. El siguiente paso será sellar fisuras y grietas. A la hora de reparar revoques antiguos, se recomienda utilizar una lechada de cal como puente de adherencia, en vez de usar otro producto ad hoc. Cuando se inspeccionen balcones, hay que prestar atención a las señales como manchas de óxido y fisuras. La lixiviación (el agua pasa por la pared y deja depósitos cálcicos) y la carbonatación eliminan las cales y dejan a la vista las partes metálicas. Las fachadas de nuestros edificios están cada día sujetas al deterioro debido a diferentesfactores como la polución, la suciedad que se acumula con el tiempo, las palomas, lo actos vandálicos como la pintadas de grafitis, etc. La limpieza criogénica (chorreado de hielo seco) se presenta como el método más rápido y económico para solucionar este tipo de problemas. A diferencia de las otras técnicas de limpieza utilizadas actualmente en este sector (agua caliente a presión, chorreado de partículas abrasivas, aplicación de disolventes químicos, etc.), el chorreado de hielo seco presenta múltiples ventajas en cuanto no genera problemas de humedad (es un proceso totalmente en seco); no genera residuos secundarios (el Co2 sólido al contacto con la superficie sublima, o sea vuelve a su estado gaseoso); no daña la superficie subyacente (la dureza del hielo seco es de aproximadamente 2 Mohs – la dureza de la arena de cuarzo es de 7mohs sobre una escala de 10 – , lo que hace que la limpieza no sea abrasiva); es totalmente respetuoso con el medio ambiente.