Primero, prevenir

Diariamente, para la limpieza se emplean productos químicos que implican una serie de riesgos que hay que conocer y evitar. Para ofrecer una información clara, comprensible y normalizada sobre los peligros asociados con productos químicos, se elaboró el Sistema Mundialmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos (GHS), cuya entrada en vigor generó importantes cambios en las Fichas de Datos de Seguridad (FDS o SDS) como en el etiquetado. La información que debe contener una FDS es la identificación de la sustancia y del responsable de su comercialización; la composición/Información sobre los componentes; la identificación de los peligros; primeros auxilios; medidas de lucha contra incendios, y medidas en caso de vertido accidental. Además, tendrá que especificarse la manipulación y almacenamiento; los controles de la exposición/protección personal; las propiedades físicas y químicas; la estabilidad y reactividad; la información toxicológica; la ecológica; las consideraciones relativas a la eliminación; la información relativa al transporte; la reglamentaria, y otras adicionales. En las etiquetas, tendrá datos del proveedor; la cantidad nominal de sustancia o mezcla contenida; los identificadores de producto, y los pictogramas, frases o información complementaria que procedan. Los productos químicos también han de indicar en el envase los peligros potenciales que implican su uso. Además, en las etiquetas debe haber consejos de prudencia o frases sobre medidas para minimizar o evitar potenciales efectos nocivos. Que el personal de limpieza esté bien informado es una de las medidas preventivas más eficaces frente a estos productos. También será fundamental seguir las instrucciones del fabricante, tener una formación adecuada y disponer de los equipos de protección individual necesarios.   8 de septiembre de 2016  –  ep