Una obra prolija

El factor principal para descartar una empresa de limpieza de obras es el económico, pero de otra manera habrá que poner esfuerzo extra y alquilar maquinaria especial. Las empresas especializadas ofrecen la tarea incluyendo maquinaria y productos químicos, mano de obra y amplia experiencia. En general, los presupuestos se basan en los metros cuadrados, aunque las empresas visiten el lugar a limpiar, para tener en cuenta otros tópicos, como ventanas, tipo de pintura. Para cada superficie y material existen productos específicos de limpieza. El cemento requerirá de químicos especiales, mientras que la pintura, que suele ser el elemento más común a limpiar, se utilizan genéricos como el tiner, pero además de no eliminarla por completo podrá dañar superficies, por lo que se deberá recurrir a solventes que respeten los materiales. Para eliminar manchas de cemento, yeso, residuos calcáreos u óxido de superficies como suelos, ladrillos o azulejos, que son resistentes a limpiadores agresivos, existen varios productos adecuados, como decapantes ácidos, anti cementos y calcáreos o desincrustantes. Cuando no baste con los químicos, se deberá acceder a máquinas como aspiradoras de potencia industrial, abrillantadoras de suelos o hidrolavadoras. En este caso también se tiene en cuenta el tipo de suciedad y la superficie de donde se eliminará. Para sacer el polvo de suelos rugosos o exteriores de gran amplitud, las barredoras  automáticas servirán, pero para los lisos será suficiente una aspiradora. Par pequeñas piedras, papeles, clavos o cables, lo más adecuado será la hidorlavadora o una barredora profesional. Para manchas que no estén incrustadas en el suelo se lograrán muy buenos resultados con una máquina rotativa. El piso no se debería barrer, para evitar que el polvillo se cambie de lugar. En su lugar, una aspiradora llevará a cabo la limpieza de la obra de manera eficiente.   03 de noviembre de 2016 – ep