LIMPIEZA AL VUELO

Los drones no sólo representan una nueva tecnología para la imagen aérea o el despacho de mercaderías, sino también para aumentar las posibilidades de higiene.

A medida que la tecnología de los drones avanza, también lo hacen sus aplicaciones y, gracias a ello, en casi todos los sectores de la industria se abren nuevas aplicaciones de servicios y comercialización para estas naves aéreas no tripuladas, que ayudan a quitar a los hombres de las escaleras y andamios.
Uno de esos sistemas son los cordones umbilicales que unen a los drones a una base en tierra permitiendo nuevas aplicaciones, entre ellas la limpieza de fachadas y vidrios de edificios a gran altura, disminuyendo los peligros para quienes han venido trabajando colgados de las silletas.
El equipo implica un aparato volador convencional conectado a una base móvil en tierra mediante una manguera a través de la cual se bombea el producto para la aplicación, detergente o cualquier elemento químico que desee utilizarse.
Esta aplicación abrió las posibilidades de la higiene en grandes estructuras. El avance permitirá a las centrales fotovoltaicas de concentración la limpieza de los paneles solares de manera no invasiva para su superficie y más eficiente. Para estos equipos se ha diseñado un programa que los hace regresar por su cuenta a la central de recarga de energía y de los productos usados para la limpieza.
Otro sector de las energías renovables con estructuras de gran tamaño, en el que detectaron que los drones podrían aumentar la eficiencia de las instalaciones y ahorrar en el mantenimiento es el de las turbinas eólicas, mediante el cual se puede hacer limpieza de las palas de los aerogeneradores utilizando estos artificios, evitando la necesidad de grandes máquinas o de que un ser humano se tenga que colgar para hacerlo.
Más allá, China está buscando nuevas formas de contrarrestar la peligrosa cantidad de polución en sus ciudades, y una estrategia es usar drones, que tendrán la capacidad de lanzar químicos diseñados para congelar los contaminantes que causan la polución, haciendo que caigan al suelo.
El aparato funciona con un parapente, puede cargar 700 kilogramos del químico limpiador y rociarlo en un radio de cinco kilómetros. En principio, será usado en zonas cercanas a aeropuertos.

31 de mayo de 2018 – ep