LIMPIO, BAJO CERO

La tarea específica de limpieza de las cámaras frigoríficas demanda de una operación particular, con cuidados especiales.

En una cámara de frío industrial, la limpieza abarca la suciedad visible de paredes, pisos, rejillas, techos, puertas, lámparas y estanterías o racks. El tipo de suciedad, en general, se trata de materia orgánica e inorgánica que puede contaminar y ser de alimento para microorganismos.
Tras la limpieza en seco o con agua y detergentes, será necesaria una sanitización. Ambos procesos cumpliran con la función de eliminar la suciedad visible y la de los microorganismos.
El proceso deberá realizarse de tal forma que se evite crear condiciones que propicien la acumulación y proliferación de microorganismos que dañen los equipos, contaminen los productos almacenados, comprometan la seguridad del personal y contaminen el medioambiente.
A su vez, se evitará utilizar químicos que dañen el material de la estantería o racks, el revestimiento de las paredes o el material de los paneles frigoríficos, por ejemplo.
En cuanto al sanitizante, hay diferentes compuestos activos como hipoclorito de sodio, dióxido de cloro, sales cuaternarias de amonio. Cada uno tiene ventajas y desventajas, se tomará en cuenta el más efectivo en cada caso y sus propiedades. Sería recomendable rotar el tipo de sanitizante para evitar generar resistencia de los microorganismos.
Además, será indispensable la buena calidad del agua utilizada para la limpieza, pues su dureza y otras propiedades fisicoquímicas también determinarán la efectividad del proceso.
Es importante prestar especial atención a la limpieza de difusores, condensadores, ventiladores, rejillas, sistemas eléctricos y tuberías, porque son superficies más delicadas o difíciles de limpiar por su forma, por lo que se requerirá de personal experto y un procedimiento más específico

29 de junio de 2017 – ep