PARA LOS METALES, TAMBIÉN

La mayoría de las superficies metálicas pueden ser limpiadas con un proceso de chorro abrasivo.

 

El chorreo con microabrasivos es otro método portátil de chorreo por aire.


Desde el punto de vista ambiental, la limpieza por chorro seco es el método más eficiente y eficaz para los metales, ya que una ventilación apropiada ayuda a mantener el área de trabajo limpia, mientras que los extractores de polvo con filtro facilitan su eliminación.
Hay diferentes equipos para la limpieza por chorro seco, según el tipo de piezas a limpiar y el flujo relativo requerido: máquinas de cabina, de flujo continuo y de chorreo con volteo. Hay además equipos portátiles para la limpieza por chorro seco.
Cuando las piezas a limpiar son demasiado grandes para ser colocadas en las máquinas de chorreo, se pueden utilizar equipos portátiles, como equipos de chorreo por aire. Normalmente se utiliza una arena de bajo costo, ya que en un equipo portátil es difícil recuperar o recircular el abrasivo.
Los equipos de reciclado portátiles con chorreo por presión de aire utilizan una manguera con un medio a presión, contenida en otra más amplia, de evacuación. Después del impacto, el medio es recogido a través de la manguera externa hacia la unidad central para su recuperación y reciclaje.
El chorreo con microabrasivos es otro método portátil de chorreo por aire. Tanto el tamaño de las partículas abrasivas (entre 10 y 100 µm) como el de las aperturas de las boquillas (entre 0,4 y 1,2 milímetros de diámetro) es muy reducido.
El chorreo con microabrasivos suele ser una operación de mano para la eliminación de precisión de rebabas, la limpieza o la preparación de superficies. La sequedad y la uniformidad de las partículas resultan críticas y los abrasivos no pueden ser reutilizados.

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