SALUD Y LIMPIEZA

La limpieza hospitalaria tiene características propias y no son muchos los productos que se utilizan en ese proceso.

En la limpieza de centros de salud, a pesar de que puedan existir diferentes protocolos y de que se utilizan varios tipos de desinfectantes, no son más de cuatro los más utilizados y cada uno de ellos tiene sus propiedades y características.
La Solución de glutaraldehido es uno de los más utilizados por su amplio espectro de actuación, pero deja rastros tóxicos durante su uso en la limpieza y en el contacto posterior, por lo que debe ser totalmente eliminado con agua, antes de utilizar los objetos y superficies.
Se utiliza para la esterilización de material sanitario delicado y con piezas de goma, pvc o caucho.
Si existen restos de materia orgánica, hay que realizar una limpieza previa por arrastre mecánico, para evitar que forme una barrera que inactive o disminuya el potencial de éste producto.
Su eficacia depende del tiempo de exposición, de tal manera que si se aplica durante un cuarto de hora las superficies y materiales contarán con un nivel bajo de desinfección, mientras que si se someten a una exposición durante 12 horas, se consigue la esterilización del material.
El formaldehido se usa en concentración de 2 a 8%, y se trata de uno de los desinfectantes químicos de acción lenta que pueden acabar con las esporas en un período de 18 horas después de su aplicación.
Se presenta como vapor y aerosol para desinfección de equipos y superficies, mobiliario y telas en habitaciones, y en mayor concentración para desinfectar materiales y equipo quirúrgico. Hay que utilizar con protección para evitar irritaciones de vías respiratorias por inhalación.
El hipoclorito de sodio disuelto al uno o 5% en agua es un producto químico de alto poder desinfectante, pero no se puede utilizar sobre metal por su característica corrosiva, y su eficacia está más limitada en presencia de restos orgánicos. En mayor concentración actúa bien para la desinfección de material quirúrgico, y materiales plásticos.
El alcohol etílico es muy eficaz en tratamientos de desinfección de bacterias, hongos y virus, pero no funciona para destruir esporas. Se utiliza en concentraciones de 70% disuelto en agua.
Los compuestos de amonio cuaternario también son muy utilizados en la desinfección de superficies en hospitales, aparatos sanitarios e instrumental médico con la particularidad de que no es un producto corrosivo y tampoco ataca el color.

10 de mayo de 2018 – ep