METÍENDOLE PRESIÓN

El lavado a presión se realiza con un equipo especial que, como toda maquinaria, tiene sus características y especificaciones.

Una hidrolavadora es una máquina compuesta por un grupo motor-bomba que adsorbe agua en baja presión de la red o de un depósito y la expulsa a alta presión. Cuenta con una bomba accionada por un motor eléctrico o de combustión o hidráulico.
Esta bomba produce un flujo de agua que es transportado a través de una manguera de alta presión hasta una pistola provista de una boquilla que tiene un paso muy estrecho y ofrece resistencia, lo que genera la presión requerida en la descarga, por tanto, siempre tendrá el mismo caudal, independientemente de la presión en la salida.
Una hidrolimpiadora sirve para limpiar de manera rápida y efectiva distintas superficies, ahorra agua, exige menos esfuerzo al usuario y protege el medio ambiente.
Los parámetros más importantes que definen una hidrolavadora son: presión de trabajo, caudal generado y la potencia de motor.
Se pueden utilizar para distintas tareas de limpieza y decapado, en todo tipo de superficies y en la mayor parte de los sectores profesionales: automoción, transporte, industria, obras públicas, construcción, agrario, ganadero, alimentario, servicios.
Los accionamientos de la bomba pueden ser por motores eléctricos, de combustión interna, transmisiones a la toma de fuerza de maquinaria, motores hidráulicos.
Las bombas son del tipo de desplazamiento positivo, normalmente de pistones cerámicos que realizan un movimiento de vaivén, aspirando e impulsando el agua alternativamente y tienen dos configuraciones: axiales: en las que el movimiento se realiza por medio de un plato oscilante, y de cigüeñal: en las que se realiza por medio de un cigüeñal.
El número de pistones es variable, dependiendo de las prestaciones del equipo y del fabricante, siendo la más habitual la triplex de tres pistones, que es el número mínimo de pistones para que la salida de la bomba no registre picos de presión igual a cero.

ep