La imagen es un aspecto indispensable que cuidar en los locales comerciales, para que la experiencia de compra sea agradable al cliente.
En el sector retail es muy importante fomentar el concepto de experiencia de compra, bajo la premisa de que no importa solo el atractivo de los productos que se ofrezcan sino también las sensaciones que tengan los clientes durante el tiempo que pasen en las instalaciones comerciales.
Es claro que una buena labor de mantenimiento e higiene es la base indispensable sobre la que construir la experiencia impecable que espera el cliente en el retail, donde la exigencia por parte del consumidor ha ido aumentando de la mano de una mayor competitividad.
Otra consecuencia de este fenómeno es que cada vez importan más las primeras impresiones: la diferencia entre una tienda y otra, sobre todo a medida que el producto se estandariza en el ámbito del retail, puede hallarse en el confort que ofrezcan, y una sensación de pulcritud resulta esencial para ello.
La percepción de falta de limpieza puede truncar una experiencia de compra al no sólo resultar desagradable, sino también producir una sensación de desconfianza.
Mantener los niveles deseables de impecabilidad en todo un local destinado a retail resulta particularmente complejo debido a las dimensiones que pueden alcanzar estos espacios y la cantidad de productos en exposición; cada estante, mesa o expositor es una superficie adicional que mantener.
Además, la intensidad de tránsito diario que supone una fuente de paulatina contaminación de las instalaciones, es otro inconveniente, tal como que las vidrieras, estanterías, góndolas, cristaleras y otros elementos similares requieren de una capacidad de actuación especializada y altamente eficiente.
Por eso es imprescindible un servicio intensivo de limpieza, que posea los recursos necesarios para coordinarse con la tienda y preservar día a día una imagen óptima en sus pasillos, sin olvidar la necesidad de efectuar intervenciones de mayor profundidad con una cierta periodicidad.
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