PARA CONTAMINANTES Y OBJETOS DELICADOS

Los nuevos métodos de higiene acercan soluciones para viejos problemas. La limpieza criogénica se abre camino en esa línea.

Los espacios de trabajo pueden estar situados en edificios con problemas de humedad, pueden ser parte de talleres o fábricas en los que existen contaminantes o pueden tener objetos delicados y de valor que requieren de tratamientos concretos. En estos casos, la limpieza criogénica puede ser una gran solución.
La limpieza criogénica es un método que aplica un chorro a presión que consigue eliminar la suciedad, así como deshacerse de agentes patógenos, por lo que higieniza la superficie en la que se aplica. A diferencia de otros métodos, las máquinas con las que se lleva a cabo hacen que el agua pase de estado sólido a gaseoso saltándose la fase intermedia del líquido.
Eso permite evitar por completo el efecto mojado, lo que garantiza un buen resultado sobre objetos delicados, equipamientos industriales y elementos sensibles a la corrosión.
La posibilidad de higienizar en seco toda una superficie manteniéndola seca es perfecta para espacios en los que las limpiezas resultaban casi imposibles. Además, una de sus características es la baja conductividad, lo que permite utilizarla también en lugares en los que hay instalaciones eléctricas.
Este método se recomienda para espacios destinados a la fabricación o la industria, pero también para oficinas tradicionales en las que existan objetos delicados o en los que haya problemas que requieran de procesos de higienización sin químicos.

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