CONTROL DE ROEDORES EN ZONAS URBANAS

Las ratas y los ratones han sido, son y serán habitantes inevitables de los asentamientos humanos.

No todos los productos tendrán el mismo nivel de eficiencia en todas partes.


Las ratas y los ratones son portadores de patógenos, algunos de los cuales pueden transmitirse a los humanos o a las mascotas. Por lo general, esos patógenos contaminan alimentos y agua a través de los restos de roedores como pelo, excrementos, piel, cadáveres, etc.
Una pequeña lista de patógenos transmisibles a humanos implica el hantavirus y enterovirus; entre las bacterias listeriosis, borreliosis de Lyme, tuberculosis, fiebre por mordedura, yersiniosis, leptospirosis, salmonelosis y fiebre Q, y en parásitos la tenia, capilariasis, toxocariasis, toxoplasmosis y criptosporidiosis.
A los animales de compañía puede transmitir rabia; las bacterias de la fiebre Q, leptopirosis y salmonelosis; y parásitos como pulgas, ácaros, piojos; tenias, capilariasis, toxoplasmosis y criptosporidosis.

Otras amenazas

Los roedores también amenazan el bienestar económico a través de los costos de desratización; el alimento/pienso contaminado a necesita ser desechado; la degradación de cables eléctricos y equipos; el posible cierre de restaurantes por cuestiones sanitarias, y la degradación de la imagen de los lugares productores de alimentos.
Pero las infestaciones de roedores son difíciles de controlar, porque han desarrollado hábitos que les permiten evitar las medidas de control de plagas y su propio metabolismo se vuelve más resistente a los cebos usados.
Para poder controlar una plaga de roedores es importante seguir un Programa de Manejo Integrado de Plagas ya que permite lidiar de manera eficiente y duradera con las poblaciones de roedores, y también documentar su trabajo adecuadamente para los transeúntes y las autoridades.
Además, es importante elegir el producto adecuado de acuerdo con la situación de la infestación. No todos los productos tendrán el mismo nivel de eficiencia en todas partes. Aparte de eso, el cebo asegurable siempre es preferible y, por lo tanto, se recomienda la pasta o los bloques.